Sin apenas luz

Sin apenas luz, todo cambia.

Sin apenas luz, un gesto puede llegar a expresar distintas sensaciones a cuando está iluminado.

Una mirada, sin apenas luz, puede ser mucho más expresiva que las palabras.

Un roce, sin apenas luz, es mucho más que contacto, dice muchas cosas; amor, cariño, aprecio, e incluso ira o lujuria.

Sin apenas luz, tu rostro resplandece más aún y la belleza de tus pupilas es aún más notoria.

Sin apenas luz, cuando contemplo tu cabello me resulta mucho más fácil saber que existes y estás aquí.

Sin apenas luz, te sigo queriendo.

Sin apenas luz.

La soledad

Algo que muchos conocemos, pero que pocos la desean. La soledad.

Una parte en mi interior me dice que me queda mucho tiempo para estar solo, mientras la otra, me anima a buscar compañía. En esos momentos de notable tensión e incluso desesperación, me refugio en mis pensamientos y, medito acerca de mi posición en la vida. Realmente no sé lo que soy, ni a dónde voy, ni siquiera llego a tener un objetivo claro fijado en la vida, puesto que a medida que avanzan los días, puedo unir una gran cantidad de matices significativos, que acaban rompiendo esos pequeños sueños y deseos que cada noche construyo y por desgracia nunca lograrán ver la luz. Estoy solo, sin nadie a mi alrededor y, cuando los tengo, sólo veo fantasmas pululando en mis cercanías y no encuentro motivo alguno para seguir aquí.

La soledad. Triste y cruel sensación, que no se puede evitar.

Recuerdos

Mira esta imagen mía.

Me trae muchos buenos recuerdos,

esos tiempos donde sí reía

y muchas cosas no entendía…

Pues mira cómo cambia la vida.

En esta foto, ya no sonreía,

puesto que ya las cosas las entendía

y comprendí que los sueños no existían...

Y que será de mi futuro,

si en mi presente no veo vida

y mis sonrisas ya están vacías

y ya mi risa no era una maravilla...

Mira esta fotografía.

Donde las cosas tenían vida

y los juegos no eran vacíos

y el mundo tenía colores,

los que perdió mientras más crecía...

Te amé

Te amé.

Te amé hasta que mi pecho dolió.

Hasta que me fallaron las fuerzas.

Te amé hasta escuchar tu último suspiro.

Hasta que lo dejé todo por ti.

Te amé hasta que no pude más

Hasta que el miedo me venció.

Te amé hasta que mi pecho estalló.

Hasta que me faltaron las fuerzas.

Te amé.

Hasta que dejé de ser yo.

Rutina

Me persigues como si mi sombra fueras, sin importar lo que haga, prosiguiendo de forma continuada. Intento detenerte cuando en mis pensamientos escucho tu nombre, sin embargo, una vez más, no puedo vencerte. El inicio y el final, por más que intento, no lo recuerdo, mas no sé lo que pretendes y aun así, de mí te desentiendes. ¿Es acaso uno de tus logros asustarme? 

Enhorabuena, objetivo cumplido. Gracias a ti estoy asustada a la vez que me siento perdida, y ya nada puedo hacer. Temo estar atrapada y que todo aquel deseo de salir, se desvanezca con cada recuerdo que pueda volver a aparecer y, así después de tantos años, ya no pueda cumplir.

Me aterra que por cada intento que hiciera, escuché una carcajada, puesto que de esa forma, mis sueños se destrozaban. A día de hoy, quizá lo que más temo es que dentro de este ciclo sin fin, el tiempo empiece a dejar de transcurrir y así, mi vida entre mis dedos se llegaría a escurrir.

Tu peor enemigo

Otro día más se acerca la noche...

Ya sabes lo que te pasa por las noches, piensas, escuchas música, vuelves a pensar y lloras hasta quedarte dormido y con la respiración agitada, a veces, incluso falta de ella.

La mierda de la sociedad tiene mucha culpa, por culpa de ellos tienes a día de hoy esa inseguridad, esos complejos, esos pensamientos.

Sí, es verdad que la sociedad te ha hecho mucho daño, y más si nunca has encontrado a nadie que crea en ti y te vea capaz de hacer algo bien...eso, sinceramente es una putada, porque de esa manera es demasiado difícil salir adelante, pero...

¿Y tú? Tú mismo, con tu persona. ¿Has reflexionado alguna noche qué es lo que realmente piensas sobre ti mismo? Ya te lo digo yo. No, no lo has hecho. Y si lo has hecho, ha sido para decirte "que asco de vida...vaya mierda de vida tengo...no sirvo para nada...me quiero morir...nadie me quiere..." ¿De verdad piensas que así te ayudas? ¿Crees que así te haces algún bien? Sólo te limitas a repetir aquellas palabras que la sociedad ha escogido para atribuírtelas....

Es el momento de que cambies. No eres consciente de lo que te está ocurriendo. Tú has acabo convirtiéndote en tu peor enemigo. Sí, tu peor enemigo. Suena fuerte, ¿verdad? Pues es la realidad. Te has convertido en ese tipo de persona de la cual advertirías a tu hijo para que no se acercara a ella, que se alejara para siempre, porque al fin y al cabo, este tipo de personas, cuanto más alejadas estén de la sociedad, mejor, ¿no?

Piénsalo esta noche, recapacita, cambia, y sobre todo, no te sigas convirtiendo en tu peor enemigo...al fin y al cabo, tú eres el único que tienes que quererte.

Un simple mensaje

Y ahí está... Tu móvil está sonando... Un mensaje recibido. 

Es él...acordándose de ti, preguntado por tus cosas, queriendo saber qué es de ti...

Y entonces ocurre, te olvidas rápidamente de ese odio que sentías al no tener noticias suyas. Te sientes feliz... Le contestas lo más rápido que puedes, casi de forma inmediata, parece hasta que tenías el mensaje preparado, dejando atrás todas las cosas malas que pensabas de él hace un rato...todos los "¿Pues sabes qué? Que te den!" Sí...ahora piensas que fue infantil pensar eso...pero es muy jodido darlo todo por alguien, y no recibir nada... Todas las noches preocupándote y pensando qué habías hecho mal, porqué no habías tenido noticias suyas desde la última vez que os visteis... 

Pero no, ahora te sientes feliz por un dichoso mensaje, un mensaje que para él no tiene ninguna importancia, sólo es una forma de las muchas que emplea para saber que estás loca por él... Pero para ti en cambio, significa demasiado...y te engañas pensando que te ha mandado el mensaje porque se acordaba de ti...

Al final, sólo me queda pensar que será verdad eso que dicen...es más cómodo engañarse y no asumir la realidad...