jueves, 14 de enero de 2016

Sin apenas luz

Sin apenas luz, todo cambia.
Sin apenas luz, un gesto puede llegar a expresar distintas sensaciones a cuando está iluminado.
Una mirada, sin apenas luz, puede ser mucho más expresiva que las palabras.
Un roce, sin apenas luz, es mucho más que contacto, dice muchas cosas; amor, cariño, aprecio, e incluso ira o lujuria.
Sin apenas luz, tu rostro resplandece más aún y la belleza de tus pupilas es aún más notoria.
Sin apenas luz, cuando contemplo tu cabello me resulta mucho más fácil saber que existes y estás aquí.
Sin apenas luz, te sigo queriendo.
Sin apenas luz.

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