sábado, 19 de octubre de 2013

Lo sabía

Ayer no me dio tiempo, y no he podido dormir dándole vueltas a todo en mi cabeza. Necesitaba analizar cada palabra, cada coma, cada espacio, para poder sacarle el mayor sentido. Yo sabía que esto pasaría, lo sabía de sobra. Y, sin embargo, no quería darme cuenta, me engañaba como tantas otras veces. Pero yo te entiendo, o quiero pensar que te entiendo. No te echo nada en cara, no te guardo rencor. Si lo haces, bien hecho está, tus motivos tendrás, y es lo mejor, y yo no puedo hacer nada para intentar cambiar esto. 

No sé qué pensarás ahora, si intento hacer como si no me importase por hacerte las cosas más sencillas, o por hacérmelas a mí, hacerme antes a la idea de esto. Que no hay marcha atrás y las cosas nunca volverán a ser lo que eran. Pero pese a todo, quiero que sepas que aquí tienes a alguien que se preocupa por tu bienestar, que no tengas en cuenta lo que haga de ahora en adelante, por favor, porque no sé que haré para asimilar esto, pero no te preocupes. Que sepas que yo también te voy a echar de menos. Que si hago como que me das igual, no te lo creas, porque si has sido una de las personas más importantes en mi vida, eso no va a cambiar en una escasa semana, ni tampoco en muchas, es más, creo que siempre vas a ser importante en mi vida.

Quiero que sepas que nunca fuiste una carga para mí, jamás. Que si alguien lo fue, fui yo, que si algún tren se descarriló, fue el mío. Y mientras escribía esto, me he prometido no llorar y fíjate, casi podría decirse que mi promesa está cumplida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario